A partir de equipos especializados en redes de agua, los clientes también hallan opciones para la intervención en sus propias instalaciones. Los profesionales se asesoran para que limpie sus tuberías con agua, bicarbonato y vinagre. Al agua habrá que añadir sal, y ponerse a hervir en una olla; unos 4 litros bastarán. Antes de nada, hay que indicar que el desatasco con estos productos, que también limpian las cañerías, debe darse en instalaciones conectadas a las tuberías, no directamente sobre estas. Los fregaderos, lavabos y otras instalaciones serán trabajados en seco, a través del sumidero.
Mientras empieza a calentarse el agua con sal, se prepara medio vaso con bicarbonato, producto que se echará por el desagüe. Después habrá que verter medio vaso de vinagre. Las cantidades pueden ser variables, aunque no se recomienda que se exceda cierta cantidad de bicarbonato, así como de vinagre. El bicarbonato con el otro producto crearán una efervescencia de gran valor para los propósitos de desatasco.
Hay que esperar unos 15 minutos antes de echar el agua caliente con la sal. Echar el agua salada hirviendo hará que se arrastre la suciedad que obtura la tubería. Con este procedimiento se obtiene no solo un desatasco, sino una limpieza también de restos de aceite. Los residuos oleosos pegados a la cara interna de las tuberías pueden actuar de pegamento de cualquier otro residuo que caiga. Los malos olores pueden ser desagradables y ofrecer una sensación de falta de higiene en el hogar. El método del agua caliente, la sal, el bicarbonato y el vinagre es efectivo para limpiar tuberías conectadas a instalaciones con sumidero seco. Cuando la instalación está atascada con un alto nivel de agua, esta ha de ser achicada. Sobre el sumidero completamente seco se realiza la mencionada mezcla, que no serviría para limpiar las tuberías de instalaciones como los inodoros.